Sonata de otoño
- Isabel Gómez Bernal
- 28 nov 2024
- 1 Min. de lectura

SONATA DE OTOÑO
El otoño camina sobre musgo de plata.
Llega hasta mi ventana alzando su sombrero de color calabaza.
Y con gesto burlón muestra una vara mágica, batuta de los vientos.
Hace ulular los troncos, ya resecos y vanos,
devolviendo la vida a los viejos castaños,
convoca las tormentas, se apodera del tiempo.
Un niño pelirrojo con bufanda de lana
persigue al fuerte cierzo extendiendo sus brazos.
Suena tras la ventana la canción gris y ocre de la naturaleza inerte,
celebrando la lluvia.
Salen mis pensamientos a través del cristal.
Se agitan y se rompen en trozos infinitos mis pequeños anhelos.
Revolotean y giran formando remolinos en vórtices de fuego.
Y se alejan y vuelven
encontrando el sosiego del día que termina.
El niño pelirrojo, detrás de la ventana,
atrapa entre sus manos un pedazo de viento.
El otoño dorado avanza cauteloso,
y silente se instala en un rincón del alma.
Tocando a recogida, nos cubre con su manta,
apagando la luz.
Y el niño pelirrojo con bufanda de lana,
cabalga sobre el cierzo de ensortijadas crines.
Se ha subido a la grupa del viento envanecido,
serenando la furia de su blanco corcel.
Isabel Gómez Bernal




