Carta de una abuela a sus nietos

Querida niña, muy querida nieta:

Cuanto me alegra que en estos tiempos de prisas y WhatsApp escribas a mano cartas a tu abuela. -De sobra sé que allá en Tucumán manejas muy bien el ordenador. Valoro mucho el estilo de tus cartas y la excelente caligrafía. --fíjate niña-, que cuando abro el buzón y veo entre las cartas de facturas y citas hospitalarias un sobre blanco del Correo Aéreo con matasellos de Argentina, me relajo de tal manera, que se estabiliza mi TA. Me haces reír tanto con tus relatos y la chispa que le das al escrito que a veces me estoy riendo largo rato.

Me preguntas que, si sigo yendo a la Universidad para mayores, atravesando el Claustro con Vítores escritos en rojo sobre la piedra dorada. Ese patio que, en el centro, tiene un pozo, y dice mi papa que se llama el Claustro Barroco. Y allí está escrito el nombre de una Profesora que es de la familia.-. ¿Es verdad, Abuelita?

-Pues claro que sí, Lucerito mío ¡¿Por qué iba a mentirte tu Papa?

-  -Y sí, --He vuelto a matricularme en el Programa para mayores de esta Pontificia Universidad y reenganchada al Taller de Escritura, para mantener activada mi imaginación, porque si me quedo sola en casa, estaría todas las tardes dormitando en el sillón-Ya me despido querida nieta, que la carta se alarga y la vista se cansa.

Recibe de esta abuela salmantina un poquito de sabiduría de la que aquí se aprende y mucha, mucha ilusión y motivación para venir a conocerme, antes que me lleve a su “Universidad, el Gran Señor”

Saludos de tu Abuela

 Estrella Sanchez.  

  PD. *Cuidadito cuando abras el sobre, que dentro van un montón de besos y abrazos para tus padres y demás nietos;”