Amaneció nevada
- Estrella Sánchez
- 6 jun 2024
- 2 Min. de lectura

¿Qué me dicen estas fotografías?
¿Qué me dice la visión de la Catedral de Salamanca cubierta de nieve?
Al despertar una mañana vi que una gran nevada había colapsado la ciudad.
La primera impresión fue belleza. Toda la fealdad del invierno quedo cubierta de blanco. Del plomizo cielo seguían cayendo hermosos copos formando remolinos que el viento mecía cual suaves paracaidistas, dejándolos caer en la mullida alfombra que copo a copo se había tejido en el silencio de la noche.
- ¡Que placer ver nevar, desde una casa bien caldeada y metida en la cama, tapadita con funda nórdica y patucos de lana!! -
- Esta reflexión me duro lo que dura un largo bostezo- estiramientos de brazos incluidos-. Y mi forma de verla ,cambio ,al entablar dialogo con mi conciencia, -que me advirtió: -Mirar como cae la nieve es una forma placentera ,pero tener que salir a la calle para hacer tus tareas no me parece tan gratificante-, porque iras con mucho cuidado de poner los pies donde no haya helado ,y la esponjosa nieve, haberse convertido en pista de patinaje -esta información, me dejo perpleja y desoyendo la voz interior me vestí como si fuera a trabajar al Canadá: botas altas, gorro, bufanda y mitones de lana.
Pise la inmaculada plaza- que, a esas horas de la mañana-, era la primera que dejaba mis huellas en la crujiente nevada: Los abetos del jardín se inclinaban hacia el suelo con la preciada carga como rindiendo honores a la catedral blanca.
Pero no todos los elementos que formaban la plaza estaban contentos; desde la majestuosa torre, la del reloj y las campanas, se oían sonoros sollozos que me dejaron helada y escuchando … atentamente, oí estas aireadas palabras:
-Que me quiten este acuoso elemente de enciman, !!de prisa de prisa ¡!- que los habitantes de La puerta de Ramos, tiritan, tiritan. y proclamo a los cuatro vientos que:
-No me gustan las nieves
La nieve blanca,
que todo mi ser, es
de piedra dorada.




