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Madre e hijo
PENSAMIENTO DE MADRE, ABUELA Y BISABUELA

Deme 

La madre es la única trabajadora que no puede ampararse en el derecho de huelga, y que no cuenta con la protección de sindicato alguno.


Yo, personalmente, he sido estudiante toda mi vida, “ejecutiva del hogar” o investigadora a tiempo “en proyectos de desarrollo”, y ahora en mi última etapa de vida, en mi vejez, no sé si he sido útil. Si lo he hecho bien. Si he fracasado o fue acertada mi decisión.


Lo único que tengo cierto, es que he cumplido ante Dios y ante mi familia de los hechos realizados. He criado a tres hijos, siempre pensé en ellos antes que en mi persona, y al adquirir el “título de madre” fui ya poderosa y si mi familia no reconoció mis trabajos, el mismo Dios que me puso en su lugar siempre me dio fuerzas en mis caídas, me dotó de mi llamado “instinto maternal”, que es uno de los grandes “misterios de la naturaleza”.


Los hijos deberían pensar que nuestro cuerpo fue “el primer templo vivo donde habitó su ser”, de ahí que Gloria Fuertes (poeta española) dijera que toda persona al nacer, es el único trasplante con éxito.


Nosotras las madres “somos la memoria del mundo”, pues creo que todas tenemos en el corazón la existencia de todo lo vivido. Con y de nuestros hijos. Incluso cuando son mayores seguimos sabiendo lo que sienten o lo que les pasa, aunque ellos no lo recuerdan a veces, ni nos hagan partícipes.


Las madres somos de las pocas cosas creadas que hacen la vida soportable. Yo a mi edad ya anciana cada noche me acuerdo de mi madre a pesar de entenderme muy bien con mi padre.


No olvidemos que ellos son los portadores de la “semilla de la vida”. Las madres seremos siempre vientre y agua. Piel y vid (que da el fruto), pues todas las madres somos la entreña del dolor donde se engendra la vida.


Estamos llenas de resignación, de silencio, de llantos contenidos, de secretos, de perdón y dulzura… Somos espíritus invencibles en la lucha de la vida, y también somos a veces caudal de dolores e ilusiones rotas.


El motor de nuestra vida es el corazón latió antes dentro de nuestro cuerpo, que en el cuerpo de nuestros hijos.… Así que yo pienso en todas estas grandezas y avatares, que como Dios tenía “tanto que ordenar” en esta existencia, puso de sustituta a la madre’.

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