De rimas y estupilengua

Quintilla políticamente impertinente, es decir, quintilla impertilítica, y que dice así:

Poco se aprecia la rima, la métrica se devalúa.

No se canta, ni se insinúa.

Ni el rapsoda en la tarima, ni por limosna en la rúa.

Por ir a contracorriente la quintilla he elegido;

soy, pues, un quintirriente.

¡Vaya por Dios! De repente, un neologismo ha nacido.

Bienvenido a este mundo, nacido, que al nacer naces en idioma bien fecundo, aunque hayan incapaces que lo tornen nauseabundo.

«Pauta completa», repite cual ave de roia pluma.

Que acepción no hay alguna cuyo sentido acredite

ni en la tierra... ni en la luna.

Lorodistas sin sustancia que esparcen al oidero

perífrasis de elegancia

seca y nula relevancia para estar en candelero.

Aún más ejemplos podría dar, de estupilengua impostada, sin necesidad usada.

Rico es nuestro idioma al hablar con lucidez apropiada.