top of page

La golondrina

Paquita Hernández

La golondrina

Golondrina viajera
¡Vuela!,¡ vuela!, ¡y vuela!

Me gusta mucho volar,
Y volar muy alto.
Recorrer grandes distancias
Y hacer viajes largos,
Vuelo de África a Europa ´
en invierno y en verano
cruzo a gran altura,
desiertos, mares y océanos,
sin detenerme demasiado.

Duermo y me alimento volando,
atrapo moscas y mosquitos
que encuentro a mi paso,
y sigo veloz y sin parar,
hasta encontrar el clima deseado.

Pero ya es hora de reposar
y de mostrar mis encantos.

Golondrina viajera,
¡Vuela!, ¡vuela y vuela!

En uno de mis viajes
conocí a un galán,
con mucho afán de conquistar,
yo, con mis ganas de volar,
mi belleza natural,
y mi gracia viajera,
conseguí sin más que me siguiera.

Coqueta y vanidosa,
hacendosa y voluntariosa,
preparé mi cita de amor,
con esmero y dedicación,
Con mirada seductora,
y mi canto alegre y juguetón,
quiero llamar su atención,
Me paseo delante de él,
con elegancia y sencillez,
acentuando mi esbeltez.
movía mi cola ahorquillada,
y revoloteaba con mis alas alargadas,
giraba mi pequeña cabeza.
con colores de belleza:
frente y garganta pardo rojizas.
y una banda azul que me caracterizan.

La expresión de mi rostro,
el movimiento de mi cuerpo,
El trisar de mi canción,
Sin palabras expresaba,
la emoción de amor,
¡estaba enamorada!
¡él lo notaba!
Con esta primera impresión,
hizo tilín su corazón.

Golondrina viajera,
¡Vuela!, ¡vuela y vuela!

Me engalané para la ocasión,
Elegí mi mejor vestido
con variedad de colorido,
parte superior azul metálico,
que quitan el sentido,
parte inferior blanco y nacarado
y mi galán se quedó pasmado.

Me puse un collar pardo y rojizo
que le impresionó con regocijo.

Piquito a Piquito y abrazaditos
Con alegría y pasión
me declaró su amor.

Creamos vínculos de unión
Que sellamos con una canción,
llena de alegría, paz y amor.

Golondrina viajera,
¡Vuela!, ¡vuela y vuela!

Después de prometernos fidelidad,
Juntos comenzamos de nuevo a viajar,
y nos paramos a pensar
¡donde y como construir,
nuestro hogar con creatividad!
Elegimos nuestra casa.
¡Que alegría para mi!
contemplar esas ganas de vivir,
con tanta ilusión y esperanza.

Dia a día, minuto a minuto
Y sin detenernos ni un segundo,
Adherente a una esquina,
y en una superficie plana,
construimos nuestro nido de amor,
Con bolitas de barro y paja,
que encajábamos con gran precisión
para darle forma de taza.

¡Bonita casa! dicen con admiración
todo el que pasa,
Aún está vacía,
Hay que llenarla de alegría y calor,
Pensamos en cinco polluelos alrededor.

Golondrina viajera,
¡Vuela!, ¡vuela! y ¡vuela!

¡Que ilusión ¡, con nuestro amor,
vinieron, no cinco polluelos, sino dos,
¡Que alboroto ¡con su aleteo
y con su gorgojeo, pio, pio, pio,
formaban una ruidosa canción,
que escuchamos con atención.

Sus notas reclamaban
alimentación y protección,
Los alimentabamos en colaboración,
para sacarlos adelante,
nos esforzamos por darles lo mejor.

¡Los veíamos tan hermosos!
¡y tan llenos de luz y color!
Que el nido resplandecía
e irradiaba, paz y amor,
Los polluelos iban creciendo,
el nido se iba quedando pequeño,
Y sin darnos cuenta, con nuestra ayuda,
volaron hacia el exterior,
construyendo su nuevo nido de amor,
Ya no nos dan calor, pero seguimos unidos,
y cuando llega el frio,
volvemos a volar y volar muy alto,
cruzando mares, continentes y océanos,
para de nuevo encontrar,
en nuestro nuevo hogar,
el clima deseado,

Golondrina viajera,
¡Vuela!, ¡vuela ¡y ¡vuela!

Al llegar la primavera
regresamos en bandada
a nuestro mismo hogar de años atrás,
recordando y añorando,
nuestro bonito estar.

Todos nuestros vecinos
impacientes nos esperaban
pues les traíamos mucha suerte,
la suerte deseada.

Nos recibía con alegría,
nuestra España vaciada,
que deseaba llenar su vacío,
con sonido, ilusión y colorido.

Golondrina viajera,
¡Vuela!, ¡vuela! Y¡ vuela!.

Moraleja:
“Haz como la golondrina”
¡Vuela siempre muy alto!
Y muestra a los demás tus encantos,
Contra viento y marea, sigue volando,
no te detengas ante la adversidad,
Muestra la alegría de vivir,
construyendo paso a paso,
bolita a bolita tu porvenir.
Ante nuestra España vaciada
y el riesgo de extinción de las golondrinas.
¡Solo me queda gritar! y gritar muy alto!:
¡queremos una España rural llena de vida!
“Queremos un mundo con golondrinas”.

SOMOS EXPERIENCIA REVISTA DIGITAL

Ayuntamiento de Salamanca - Universidad Pontificia de Salamanca

bottom of page