top of page
Dos personas muy mayores cogidas de la mano
Paquita Hernández

¡Cómo te he recordado!
A tu lado, con mi mano en la tuya
te sueño caminando.
¡Cuánto amor recibido…!
¡Cuánto amor dado…!
Dando gracias a Dios
por todo lo vivido
contigo caminando.
Charlas interminables,
el campo y la familia
en nuestros labios…
Y, cuando uno de los dos se va
no se acaba el camino
hay que seguir en él,
siempre avanzando.
Llegará el día
que al final del camino
se juntarán de nuevo
nuestras manos
y, tendremos entonces,
toda una eternidad
para seguir soñando.
bottom of page

